3 asuntos no tan invisibles del Branding.

Comunicación para un mundo en tranformación.

3 asuntos no tan visibles del Branding

Cuando estaba en Bungaloo trabajaba como psicóloga de marcas. La mayoría de nuestros clientes llegaban perdidos, con mezclas de ideas y emociones, enfocados en producir y maximizar sus ingresos como fuera posible. Lo más importante de cada sesión era nivelar expectativa, realidad y propuesta de acción. 

Desde que percibí la mentalidad con la que llegaban las personas a mi trabajo, fui consciente que tenía que prepararme muy en serio para entender cómo funciona todo lo que impulsa el cambio, empezando por emociones y frustraciones. 

Entonces comencé a comprar libros de psicología, de neurociencia, de salud mental, y como siempre, de marketing. Compré muchos libros e hice todo... excepto LEERLOS. Y cuando por fin los abrí descubrí que luchaba contra algo a lo que jamás voy a poder ganarle la pelea: Mi curiosidad. No la sentía y sin ella no existe acción sostenible en tiempo. 

En ese tiempo comencé un proyecto de investigación que se llama Solo Por Curiosidad, y si, debo decir que tomó tiempo. Quizás más de lo que me hubiese tomado leer todos los libros. Pero también puedo decir que me brindó más respuesta que todas esas páginas que esperaban por mi. 

Salir, interactuar y buscar la realidad es el expansor de conocimientos más eficiente que conozco. Y lo mejor, es que está integrado a nuestro sistema. Con más de 150 entrevistas personales a especialistas de diferentes sectores, un podcast grabado y varios informes estadísticos y psicológicos analizados, esos libros volvieron a mi con otra mirada. 

La experiencia de investigación me llevó a leer todos y cada uno, porque la manera como afrontaba el estudio era diferente. Ya no leía solo para ofrecer un mejor servicio, lo hacía porque a través de ello comenzaba a ver una nueva faceta en mi vida.

Mucho ha llovido y ahora creo soluciones de Branding a diferentes empresas desde mi marca personal Say:Branding basada en la curiosidad. Además, soy co-creadora en Regenera, un equipo profesional femenino dedicado a la transformación sostenible de diferentes negocios de Ibiza y las Islas Baleares. Ya no soy esa de Krearte en Venezuela, ni la de la agencia internacional, pero todo ha servido para labrar un gran camino.

Por esta razón, comparto contigo 3 lecciones a las que he llegado en mis últimos años de trabajo. Eso que yo le llamo Branding con Curiosidad. Voy al grano:

1. Vivimos la economía del significado. 

Los seres humanos, en los últimos años, entramos en la etapa de la búsqueda del significado real de nuestras vidas y de nuestras acciones. 

El resultado es que el mundo está cambiando su economía basada en medios, productos y servicios, a una economía basada en el significado de las cosas. Por poner un ejemplo: 

Ahora, el trabajo no representa un objetivo económico. El dinero por sí solo no es la meta, porque lo que realmente importa es el significado que tiene. Puede significar poder, influencia, calidad de vida o estabilidad emocional. Y esto ya no pasa desapercibido. Esto es una respuesta particular de cada nicho de mercado.

Esta transformación del mundo es un llamado para que seamos cada vez más honestos y profundos en la narrativa de nuestros negocios. Como líderes debemos indagar, cuestionarnos y permanecer curiosos ante las emociones, para así poder descifrar cuando exista un cambio de significado que impacte la mentalidad o la calidad de vida de nuestro cliente. Porque algo es seguro: 

El significado de las cosas es susceptible a la percepción de la realidad en la que vivimos, por lo tanto, está en constante cambio. 


¿Qué significa para tu cliente el dinero?

¿Y qué significa para ti?

2. Cambiar de creencias significa cambiar de identidad. 

Las creencias no son más que ideas que rondan en la conciencia general, pero que curiosamente construyen una identidad en cada ser humano. 

En lo que cree una persona, le lleva a identificarse con otros que creen lo mismo, y así se genera una identificación colectiva, en torno a un pensamiento que puede ser real o ficticio. 

Esto tiene un significado importante para nuestros negocios, porque si queremos cambiar el comportamiento o la forma de pensar de un cliente, lo más probable es que tengamos que pasar por el hecho de cambiar su identidad. 

La buena noticia es que si como marca logramos una transformación grupal de la identidad, es porque los hemos llevado de la mano a transitar un cambio, afrontando sus miedos y reticencias. Solo por eso las personas estarán agradecidas, y ahí está una clave para comprender cómo se construye la fidelidad hacia las marcas. 

Pero claro, aquí surge la pregunta del millón ¿Cómo se hace? Como ya he dicho, vivimos la era del significado, por tanto, la mejor manera de cambiar las creencias y la manera de actuar de las personas, es ayudarlas a cambiar su significado personal. A verse a sí mismos de una forma distinta a la que son ahora, explicándoles el impacto que ese cambio tendrá para ellos y todo su entorno. 

Es decir, hemos llegado a una época donde construir marcas que capten la atención que se merecen, requiere que aprendamos a despertar la curiosidad de nuestros clientes, para dejarles ver una nueva identidad que les valga la pena adoptar. 

¿Qué creen sus clientes ahora de ellos mismos que tú puedas cambiar para mejor? 

¿Qué crees sobre ti que no te deja avanzar al cambio?


3. Negocios estructurados en modelos cargados de libertad, en algún momento necesitan estructura y reglas que establezcan el límite de la oferta. 

Cada negocio entra dentro de una cultura empresarial que viene delimitada por la experiencia del mercado. Un negocio basado en la cultura de las finanzas, la economía o los deportes, es un modelo que ya viene delimitado por normas, leyes e ideas preestablecidas. 

Una marca en la categoría de nutrición, educación, psicodélicos o espiritualidad, es un negocio basado en la flexibilidad de significados, ya que a grandes rasgos no hay reglas firmes.

Lo sorprendente de esto, es que a pesar de que los seres humanos clamamos libertad de pensamiento y acción, este tipo de categorías cargadas de flexibilidad, pueden llegar a transmitir “caos” por la ausencia de normas y respuestas concluyentes. Esto deriva muchas veces en escepticismos y prejuicios porque no hay un significado concluyente con el que el cliente se pueda sentir en confianza.

Este análisis me ha hecho llegar a la conclusión de que cada marca que pertenezca a culturas tan RÍGIDAS o FLEXIBLES debe evaluarse para proporcionar a su negocio una propuesta de valor y beneficios sólidos y explícitos. Un espacio donde el cliente consiga el significado que brinde la certeza para crear un vínculo y libertad de elección y acción dentro del mismo proyecto. Eso es posible cuando dejamos que la curiosidad invada la filosofía del negocio, para así entender el pensamiento social, derribar los juicios preestablecidos y conseguir puntos de inflexión que se puedan trabajar de diferentes maneras.

¿Existe balance entre la libertad y los límites, en la manera como te relacionas con tu negocio?

Estas son algunas de las lecciones con las que comienzo el 2024 y espero seguir compartiendo. Darle vida a proyectos dispuestos a desafiar los cánones establecidos y trabajar con líderes abiertos a innovar, a cuestionarse y enfrentarse a nuevas realidades es uno de los regalos que me llevó de la experiencia laboral que hasta ahora he vivido en cada momento con mucha curiosidad. 

Anterior
Anterior

¿Qué es Branding?

Siguiente
Siguiente

La importancia de transmitir los valores de marca de manera efectiva y auténtica en redes sociales.